Historia Antigua Casa Ballesté

En 1892 J.Elías Ballesté fundó Casa Ballesté en un amplio taller del Carrer dels Arcs, cerca del Portal de l’Àngel de Barcelona.  Allí, junto con su familia empezó la fabricación de maniquíes de costura. A lo largo de los años el negocio crecía, llegando a trabajar en el taller hasta 10 personas, y se fueron perfeccionando los procesos de elaboración hasta dar con la combinación perfecta de técnicas y materiales que le permitía fabricar piezas únicas, robustas pero a la vez ligeras, duraderas y de acabados elegantes.

Así se ganó cierto nombre entre los diseñadores catalanes de la época e incluso muchas de las grandes firmas de alta costura española no dudaban en escoger maniquíes Ballesté para sus talleres, de modo que del Carrer dels Arcs podían llegar a salir hasta 40 maniquíes a la semana hacia cualquier punto del país.

La empresa se mantuvo allí hasta 1983, cuando los miembros de la familia que mantenían el legado movieron el taller al barrio de Sants y lo llamaron “Sucesores de Ballesté”. La casa se mantuvo dirigida por la familia hasta 2008, cuando decidieron no seguir y lo traspasaron. María Delgado hasta entonces trabajaba en el mundo de la alta costura y usaba los maniquíes Ballesté en su taller, y encantada como estaba con la calidad de los mismos decidió mantener vivo el negocio siguiendo prácticamente la misma línea de fabricación y venta que llevaba hasta entonces, renombrándolo Antigua Casa Ballesté. Poco a poco María desarrolló algunas nuevas líneas de producto como las cabezas para sombrerería o los brazos, e inició la presencia de la empresa en internet con la primera página web ya con tienda online.

Tras años de mucho trabajo y esfuerzo, Casa Ballesté se mantuvo en primera línea y a finales de 2019 María decidió que era hora de jubilarse y dar paso a nuevas energías. Así, tras unos meses de formación, desde que empezó 2020 el negocio lo dirige Eliana Benavente, una joven empresaria que siempre había estado ligada al mundo artesanal y que quedó prendada de los maniquíes nada más verlos en su primer contacto con el taller.

El estilo de vida de los ciudadanos, y por ende también la moda que los viste, ha ido cambiando a lo largo de los años pero podemos decir que Ballesté se ha mantenido como eje fijo durante todo este tiempo, y a día de hoy seguimos fabricando maniquíes de gran calidad para los clientes más exigentes.